Crear una empresa supone coordinar con la mayor efectividad posible recursos naturales, humanos, económicos, etc., con el fin de que la empresa alcance los objetivos inicialmente planteados.

Teniendo en cuenta la complejidad económica actual y la rapidez en los cambios del entorno económico y legal, habría que decir que el ser empresario exige no sólo gran intuición empresarial, sino una cada vez mayor preparación y cualificación, de ahí la importancia de dotarse de apoyo externo en todos aquellos aspectos que no pueda controlar.

Por regla general tenemos asumida la necesidad de realizar los trámites de financiación, fiscales y laborales previos a la puesta en marcha del negocio, pero

¿Y los trámites técnicos: Ayuntamiento, Industria, Medioambiente?as.

La apertura de un establecimiento requiere la comunicación previa de instalación y apertura o en el caso de actividades contempladas en punto 2 del Anexo de Decreto 52/2012 la obtención previa de la autorización de instalación y apertura, que se debe solicitar/comunicar en el Ayuntamiento que corresponda según la ubicación del local en el que se pretende instalar el negocio.

La adquisición de un negocio en marcha mediante traspaso requiere la comprobación del alcance de la licencia vigente para el establecimiento, así como la ausencia de cambios sustanciales al proyecto inicial que anulen la validez de dicha licencia. Es indispensable comprobar también que el establecimiento no tiene abierto ningún expediente por denuncias o inspecciones desfavorables (ruidos, inspecciones de sanidad,  inspecciones de industria…).

Independientemente del tipo de trámite de que se trate, parece evidente que un correcto asesoramiento se hace imprescindible, ya que el cumplimiento de los requisitos técnicos suele llevar aparejada la realización de obras de adecuación (accesibilidad, cambio de instalación eléctrica, aislamiento acústico, protección de estructuras contra incendios,..) que han de tenerse en cuenta tanto en cuanto a su cuantía económica como en cuanto a la duración de las mismas.

En el peor de los casos, si la actividad no es compatible con la ubicación, ya sea por motivos de incompatibilidad con el plan de ordenación urbana vigente (se puede solicitar por escrito en el ayuntamiento correspondiente) o porque la solución técnica a su adecuación no es posible, nos habremos ahorrado gastos de traspasos, fianzas de alquiler o adquisición de locales.

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